Un poco de mis pasos.

Mi nombre es Maria, y mi viaje hacia la realización de mis sueños comenzó en un pequeño pueblo llamado Santa María Tlahuitoltepec Mixe, en el corazón de Oaxaca. Criado entre montañas y respirando aire puro, crecí en un entorno que, aunque rico en belleza natural, ofrecía pocas oportunidades educativas más allá de la preparatoria técnica local.

Sin embargo, desde temprana edad, alimenté el sueño de continuar mis estudios universitarios y desafiarme a mí mismo más allá de las fronteras de mi comunidad. Con determinación y coraje, decidí dejar atrás mi hogar y mudarme a Nuevo León para perseguir una licenciatura en la Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Esta transición no estuvo exenta de desafíos. Además de adaptarme a un entorno industrializado y desconocido, tuve que superar la barrera del idioma español, ya que mi lengua materna, el Ayuujk, era mi principal forma de comunicación. Sin embargo, cada obstáculo fortaleció mi determinación y enfoque en alcanzar mis metas.

Para financiar mis estudios y cubrir los gastos de subsistencia, me sumergí en el mundo laboral mientras seguía dedicado a mis estudios. Al graduarme, mi sed de conocimiento no se detuvo. Decidí embarcarme en la aventura de aprender inglés, primero en México y luego en Irlanda, donde viví durante ocho meses, sumergiéndome en la cultura y perfeccionando mis habilidades lingüísticas.

Aunque mi viaje educativo me llevó lejos de casa, siempre mantuve un vínculo profundo con mis raíces y mi familia. La pandemia y otras responsabilidades familiares me llevaron de regreso a México, donde reflexioné sobre mi camino hasta ahora y tracé nuevos objetivos.

Hoy, al actualizar mi historia, me maravillo al contemplar los últimos cinco años de mi vida. He completado una maestría en Gestión de Seguridad Internacional en la Universidad de Derecho y Economía de Berlín, sumergiéndome en un nuevo idioma y cultura. Mi siguiente desafío es dominar el alemán y buscar oportunidades laborales que me permitan crecer profesionalmente.

Sin embargo, mi visión va más allá de mi propio éxito. Sueño con regresar a mi amado Tlahuitoltepec y ser un agente de cambio para las generaciones futuras. Quiero inspirar a los jóvenes de mi comunidad a perseguir sus sueños y contribuir al desarrollo sostenible de nuestra tierra natal. Mi viaje está lejos de terminar, pero estoy ansioso por cada paso que me lleve más cerca de convertir estos sueños en realidad.